
Por Andrés Timoteo
LOS MALPORTADOS
Todavía no se calma la polémica de la muerte "por infarto" -decretada por la gobernante Rocío Nahle- de la maestra y taxista Irma Hernández cuando estalla otro escándalo que igualmente se volvió noticia internacional: el motín en el penal de Tuxpan con un saldo de ocho muertos.
Y los perpetradores de esa masacre son los mismos que secuestraron y torturaron a la profesora Hernández, los del cartel regional Grupo Sombra. Vaya que la realidad le explota en la cara de la zacatecana porque esos maleantes a los que trató de deslindar del deceso de la docente alameña le hicieron otro sainete mortal.
Son unos malagradecidos y malportados ya que por más arrumacos, trato de terciopelo y alocuciones exculpatorias que les dirijan desde el gobierno estatal siguen descomponiendo el norte veracruzano.
A propósito, ¿sabían que hay un cartel llamado "Los Malportados"? No es el local sino que opera en la Ciudad de México y su líder apodado "El Malportado" -le dio el nombre a la organización- fue detenido el sábado en Acapulco, Guerrero.
Los malportados del nahlismo siguen como si nada delinquiendo a gusto y tolerancia plena, y eso se confirma con lo sucedido en Álamo y en el penal tuxpeño.
En este último asumieron el control desde hace meses sin que las autoridades hicieran algo hasta el motín del sábado.
Se dijo que la revuelta comenzó a las 5 de la tarde, aunque hay versiones de que fue desde el medio día y los funcionarios retrasaron la información al público. No obstante, aún cuando hubiera iniciado a la hora fijada por el gobierno, el reclusorio estuvo 16 horas sumido en la ingobernabilidad y violencia por el enfrentamiento contra los operadores-sicarios del Grupo Sombra.
Dieciséis horas como mínimo bajo el terror porque, según información oficial, la sublevación se logró controlar hasta después de las 9 horas del domingo. ¿Se imaginan la noche de caos y muerte que allí hubo?
El multicondecorado almirante defeño Alfonso Reyes, secretario de Seguridad, no fue capaz de sofocar por cuenta propia el motín y tuvo que esperar refuerzos de la federación.
Los bien enterados dicen que ni siquiera estaba en el estado, el asunto lo pilló en -otro- fin de semana largo en el altiplano, intentó manejar el operativo desde su teléfono móvil pero al final tuvo que regresar porque todo estaba fuera de control.
Del secretario de Gobierno, Ricardo Ahued y de la gobernante Nahle no se supo nada.
No interrumpieron su fin de semana.
Fue hasta el domingo cuando la zacatecana se pronunció al respecto a través de un 'posteo' en las redes sociales, pero lo manejó en pretérito algo que va contra las reglas de la comunicación institucional y la gobernanza efectiva.
"Ayer se presentó un amotinamiento en el reclusorio de Tuxpan, derivado de ello se realizaron acciones coordinadas con apoyo de la @Defensamx1, @SEMAR_mx, @GN_MEXICO. Todo el recurso necesario para garantizar la seguridad a los veracruzanos", escribió o le escribieron. Es, entonces, la gobernante del ayer.
En el ámbito periodístico siempre se ha dicho que las noticias de ayer son historia, lo que se necesita saber es lo que está pasando ahora, frase que se volvió máxima para todos con la inmediatez de las redes sociales y específicamente en un imperativo para los que gobiernan frente a los gobernados. Pero Nahle está instalada en el ayer.
¡SANTO NIÑO PLATERO!
O no se enteró del motín o no le importó posicionarse inmediatamente. Otra falla de sus asesores mediáticos -la tal Mary Vázquez, Benita González y Rodolfo Bouzas- y de ella misma.
Un cuarteto insuperable de las noticias -y acciones- de ayer.
Lo evidente también es el fario aciago que la atosiga -que más bien son las consecuencias de su gestión- por la seguidilla caótica: no hay semana sin escándalo.
La actual mala racha inició en junio cuando la federación aseguró en Coatzacoalcos la mini-refinería clandestina que operaba en las narices de su gobierno.
Luego Estados Unidos cerró la frontera por el brote del gusano barrenador en Ixhuatlán de Madero.
Después le recordaron sus cuentas bancarias en 'paraísos fiscales' y ocupó cuatro días en desmentirlas.
Lo siguiente fue la muerte de la maestra Hernández y su gazapo del infarto.
Y este fin de semana el motín en Tuxpan con ocho muertos, hasta el momento.
A la gobernante le urge ir a Catemaco por una 'limpia' brujeril o a bailar ante el Santo Señor de Chalma o, si prefiere la devoción paisana, que peregrine hasta el santuario del Santo Niño de Atocha de los Plateros, en su natal Zacatecas, que dicen que es muy milagroso y socorre especialmente en situaciones de extrema necesidad.
¡Así está Nahle! Extremadamente urgida de que se aplaquen los escándalos -y los muertos y las pifias- de su administración.
Eso sí, ni el Niño Platero ni el Señor de Chama ni los brujos tuxtlecos la ayudarán si ella no se aplica y si continúa rodeada de funcionarios flojos e ineficientes.
Y la advertencia es que no se le ocurra rezar esa plegaria de "Santo Niño Platero que se acabe tanto ratero" porque se queda sin gabinete.
Ya ven que el venerado Niño es milagrosísimo y la petición puede arrasar con los suyos. Risas.
*Envoyé depuis Paris, France.