Por Andrés Timoteo
LAS MUERTAS
Es un libro bien llevado a la pantalla o una serie que hace honor al libro.
"Las Muertas", miniserie de Luis Estrada que se estrenó el 10 de septiembre en Netflix es un buen logro pues recrea el universo que Jorge Ibargüengoitia plasmó en su novela de 1977.
Claro, como toda producción televisiva o cinematográfica que se compara con el texto novelístico o los hechos reales, tiene bemoles.
Si el espectador quiere ahorrarse la lectura del libro -algo imperdonable- que vea la serie.
Y si quiere ahorrarse tiempo que se salte los dos primeros capítulos ya que aun cuando en ellos hay indicios para entender el desenlace, lo bueno inicia en el tercer episodio.
Es una buena producción con escenarios aceptables obviando lo que ya citó el columnista Oved Contreras, de que en las locaciones del puerto de Veracruz se muestra el malecón moderno y hasta la torre de la administración portuaria que no tenían ese aspecto en los años sesenta.
El elenco bien, aunque tampoco se compara con el elegido por Felipe Cazals para la primera película sobre el tema, "Las Poquianchis" estrenada en 1976, un año antes de la novela de Ibargüengoitia.
Incluso se dice que el guanajuatense retomó algunos conceptos de esa cinta para su obra como los epílogos.
"Las Poquianchis" es todo un documento.
Claro, se grabó al estilo cinematográfico de los años setenta pero vale la pena volver a verla para comparar.
En "Las Muertas" algunos encomian la actuación de Arcelia Ramírez como Arcangela Baladro -Delfina González Valenzuela, el nombre real-, pero no supera a Leonor Llausás en Las Poquianchis" y tampoco Paulina Gaitán -Serafina Baladro- iguala a la gran Malena Doria.
En la cinta de Cazals salen actrices hoy célebres como Diana Bracho y Tina Romero, muy jovencitas, María Rojo y Pilar Pellicer.
Entre los actores destacan Manuel Ojeda, Jorge Martínez de Hoyos, Gonzalo Vega y Salvador Sánchez.
Un dato curioso, Salvador Sánchez es el único actor que participó en las dos producciones, la de Cazals y la de Estrada a las que separan 49 años.
En la primera abre la película encarnando a un joven reportero cuando está cubriendo la detención de las "Poquianchis".
Y cierra la segunda dictando la sentencia condenatoria en el papel del Juez Peralta.
Si Estrada lo escogió para eso fue una jugada maestra y un tributo a Sánchez.
Si no lo hizo, entonces es una afortunada coincidencia.
PRIMEROS EN CONTARLO
Prensa y reporteros son piezas esenciales en ambas producciones pues el periodismo es el eje conductor de las tramas.
En "Las Muertas", un misterioso entrevistador recoge los testimonios de los involucrados.
Al final se revela que era el propio Ibargüengoitia documentando los hechos usando los instrumentos reporteriles.
La miniserie concluye con el escritor guanajuatense comenzando a redactar la novela en su máquina de escribir mecánica.
Estrada da protagonismo a los diarios de la época que narraron los hechos y en especial a la revista "Alarma!", que llegó a vender hasta 900 mil ejemplares con su periodismo sensacionalista.
El actor Tenoch Huerta interpreta al reportero Jesús Sánchez Hermosillo, enviado del semanario a Guanajuato para cubrir el juicio.
Hay que decirlo, existen libros, películas, documentales y tesis sociológicas sobre el caso de las 'Poquianchis' -sus plagios, asesinatos y víctimas de explotación sexual- pero los periodistas fueron los primeros que lo contaron.
¡Como debe ser!
Por cierto, en "Las Muertas" -libro y película- solo hay seis fallecidas cuando en su momento se fijó la cifra en 20, otros dijeron que 90 y otros más que fueron 200 asesinados incluidos hombres y niños no-natos arrojados en fosas clandestinas.
La prensa informó en la vida real cómo fue descubierta esa red de lenocinio: por dos mujeres que denunciaron la desaparición de sus hijas -vaya, las madres buscadoras de ayer- y por una prostituta que logró escapar.
Eso no aparece en "Las Muertas".
QUISIERON BLOQUEARLO
Otra cosa a resaltar es la ausencia de Damián Alcázar uno de los actores favoritos de Luis Estrada.
¿Por qué no salió?
La versión es que se negó seguir trabajando con el cineasta luego de que éste fue declarado enemigo de la '4T' por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Recuerden que el 2023 López Obrador acusó que la película "Viva México" fue hecha para atacarlo a él y a su gobierno.
Desde entonces Alcázar, un 'chairo' declarado, dejó de colaborar con Estrada.
Segundo dato singular, en el libro de Ibargüengoitia no aparece el puerto de Veracruz.
El destino donde vacacionan Serafina Baladro y Simón Corona es Acapulco.
No se sabe el motivo de Estrada para sustituirlo por el puerto jarocho, pero debió arrepentirse.
¿Por qué?
La pista está en los créditos al final del último capítulo de la serie en los que se agradece a los gobiernos estatales y municipales de San Luis Potosí, Guanajuato y Ciudad de México pero no a los de Veracruz.
El trascendido es que como a Estrada lo tachan de opositor a la '4T', la administración nahlista no prestó ningún apoyo e incluso hubo intentos de bloqueo.
Lo mismo en la alcaldía porteña a fin de quedar bien con el gobierno estatal.
Qué tal.
*Envoyé depuis Paris, France.
