
Por Andrés Timoteo
LAS DISTOPÍAS
Tremenda distopía.
El famoso proceso de renovación del Partido Acción Nacional (PAN) en Veracruz arranca con personajes pro-gobiernistas.
Según que la corriente renovadora en la entidad la encabezarán el vetusto Joaquín Guzmán, exdirigente estatal del partido y cuatro veces alcalde de Tantoyuca donde toda su familia ha acaparado cargos edilicios y representaciones legislativas.
Sí, ese mismo que en el sexenio pasado pactó con el exsecretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, quien le financió su llegada a la dirigencia estatal y hasta encarceló a sus opositores internos.
Guzmán Avilés ese que operó con todo a favor de Morena y el cuitlahuismo pretende encarnar la "renovación" del PAN.
Y junto a él está la exalcaldesa de Córdoba, Leticia López Landero, la que en su momento se declaró "una soldado" del expresidente Andrés Manuel López Obrador y de la "cuarta transformación",
y que además dejó la alcaldía en el 2021 con acusaciones de desfalco por más de 80 millones por las cuáles nunca respondió judicialmente.
La sospecha no es gratuita: ¿El bajacaliforniano Patrocinio Cisneros viene por la revancha política ahora controlando -léase: financiando- a una corriente política al interior del panismo?
¿Acaso eso no es toda una distopía, es decir el peor escenario imaginado?
De colofón, a ese par de "renovadores" del panismo jarocho se sumó la todavía alcaldesa del puerto de Veracruz, Patricia Lobeira, aunque los díceres insidiosos señalan que no lo hace por aportar ideas o militancia sino como una venganza tras su reciente divorcio y distanciamiento con el llamado clan Yunes que fue enemigo jurado -cuando estaban en el blanquiazul porque ahora ya están en el morenismo- del "Chapito" Guzmán.
Otra distopía la cuenta el columnista Omar Zúñiga.
Narra que tras marchar por las calles jalapeñas el viernes de la semana pasada, los estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV) acudieron al edificio de la rectoría a entregar un pliego de peticiones pero se toparon con dos 'gorilas' del setentero ideológico Martín Aguilar que los atajaron.
Esos "cadeneros de antro" -como los llama- fueron la secretaria de Desarrollo Institucional, Jaqueline Jongitud -alías "La Jackie", esto no lo puso el articulista sino es como le dicen en la comunidad universitaria- y el secretario académico Arturo Aguilar Ye -así es su segundo apellido, no piensen que es apodo en referencia a "Sor Ye-ye", risas-.
Pues éste último fue el que más 'gallito' se portó con los estudiantes y he ahí lo hilarante porque a los jóvenes más que temor les provocó risas debido a que al señor lo apodan "El Profesor Jirafales".
¡Y es cierto!, el parecido es asombroso.
Bueno, el caso es que al "Profesor Jirafales" de la UV sólo les faltó decirles a los manifestantes: ¡Ta...ta...taaa!
Y expulsarlos del salón de clases por atacar a "Jaimito El Cartero Aguilar". Risas de nuevo.
¿Y EL CONSERJE?
Siguiendo con las distopías, ¿alguien sabe algo del "conserje de palacio"?
Nadie ha visto al secretario de Gobierno, Ricardo Ahued.
Dicen que está ejerciendo de gobernador sustituto ahora que la zacatecana Rocío Nahle está afincada en el norte tratando de remediar las pifias cometidas en el desastre provocado por las inundaciones.
Pero mediáticamente no figura ni para bien ni para mal.
La última vez que se supo de él fue cuando prometió que no habría mezquindad en la ayuda humanitaria para los damnificados.
Lo dijo hace dos semanas y luego desapareció de la escena.
Algunos especulan que fue porque se le revirtió la promesa o como dicen los burlones: "tres doritos después…"
Vino la orden para bloquear y decomisar toda ayuda de terceros a fin que sea el gobierno estatal y los políticos de Morena los únicos que entreguen los apoyos a la población afectada.
El intento de partidizar el apoyo a los damnificados ya es cosa manifiesta, ya rebasó la distopía y se volvió una sucia realidad en Veracruz.
Y si eso no es mezquindad, ¿entonces qué?
Tal vez por eso el hidalguense sigue escondido en la capital seguramente merendándose su propias palabras.
Ni cómo creerle y ni cómo ayudarlo.
SON IGUALES
Última distopía, el coordinador del congreso local, Esteban Bautista, se queja de que el senador Manuel Huerta visitó la zona norte y dio discursos a los afectados.
Lo acusa de protagonismo y sacar provecho político-personal de la tragedia -así se lo dictó a sus difusores de prensa-, pero él hizo exactamente lo mismo.
Se fue con un grupo de diputados incondicionales a repartir despensas con el logotipo del la legislatura y sus respectivas letras en marrón.
Entre gitanas no se leen la mano, debería responderle Huerta al falso zapatista.
Peor aún, ¿qué diferencia hay entre las 'selfies' de las frívolas Adelina Rodríguez, alcaldesa morenista electa de Poza Rica, y Dorotea García Cayetano, una de las acompañantes de Bautista a la zona norte y hermana del exgobernador Cuitláhuac García, que se tomaron con la zona de desastre como escenografía.
¡Ninguna, son iguales!
Otro motivo para que el 'tatahuico' guarde mesura ante los afanes de quienes, en su mismo partido, trabajan políticamente la plaza de la devastación.
*Envoyé depuis Paris, France.