
Por Andrés Timoteo
LA TEORÍA DEL CAOS
No fue negligencia ni irresponsabilidad ni indolencia oficiales.
Vaya, ni siquiera fue la naturaleza la que se ensañó con los habitantes del norte de Veracruz.
No, los culpables del desastre son ¡los opositores de la cuarta transformación!
Es la propaganda que el gobierno estatal pretende sembrar en el imaginario colectivo.
Culpan a dos en especial: al partido Movimiento Ciudadano (MC) y al senador morenista Manuel Huerta.
Los propagandistas del nahlismo pretenden hacer creer que ambos no solo están ‘sacando raja política’ del desastre sino que incluso ellos lo provocaron con fines aviesos.
Risas.
Todo con tal de sacudirle la responsabilidad a la zacatecana Rocío Nahle y a los alcaldes morenistas de la región.
Pero no les alcanza.
La tunda opinativa es apoteósica.
Claro, ni Huerta ni los de MC son probos, más no tienen poder para dominar la naturaleza.
Huerta sí tiene cara de ídolo de piedra pero no es Tláloc ni manda sobre la lluvia ni los ríos.
Más risas.
Nadie se equivoque, la culpa de la tragedia tiene nombre y apellidos, los de esos que sabiendo del vendaval que venía no evacuaron, no auxiliaron, no ayudaron, no previnieron.
Y no es que Nahle haya provocado el aluvión sino que no hizo nada para alertar y salvar a la gente antes del golpe.
Tampoco después porque hasta bloqueó la ayuda humanitaria de terceros.
Pero si se quiere leer políticamente el caso, éste encaja en la Teoría del Caos acuñada en los años sesenta por el científico estadounidense Edward Lorenz para la física y matemáticas pero que con el tiempo fue válida para la política y la gobernanza.
A esta teoría que reza que los cambios pequeños pueden -al final- generar enormes diferencias la ligan con el famoso “Efecto Mariposa” y ha servido para interpretar y gestionar fenómenos numéricos, sociales y políticos.
Dos cosas destacan de la Teoría del Caos aplicada en política.
Que una pequeña modificación -de acciones, actitudes y programas- puede marcar la diferencia y arrojar un resultado totalmente distinto.
Y que el caos no es el acabose sino una oportunidad para quien la sepa reconocer y aprovechar.
Los del partido naranja, especialmente Emilio Olvera y Mariano Romero a quienes les robaron el triunfo en Poza Rica y Papantla, leyeron lo sucedido, vieron la oportunidad y la aprovecharon poniéndose al frente de la recaudación y reparto de ayuda, integrando brigadas de auxilio y yendo a donde los damnificados.
Les ganaron el brinco a los morenistas.
Y al hacer la pequeña diferencia de colocarse al lado de los afectados lograron darle la vuelta al asunto y ayudaron a exhibir la dilación, desidia, negligencia, frivolidad e irresponsabilidad de los guindas.
He ahí la Teoría del Caos bien aplicada en política.
Tontos hubieran sido los emecistas si no lo aprovechaban.
Y tontos fueron los morenistas que no lo hicieron.
Políticamente hablando, el desastre por el meteoro era la oportunidad ideal para la morenista Adelina Rodríguez a la que impondrán con enjuagues en la alcaldía de Poza Rica, a fin de legitimarse y ganar el aprecio ciudadano, pero no lo aprovechó.
Al contrario, hizo enojar más a la gente exhibiendo su frivolidad con sus “selfies” y el desastre usado como escenografía.
La emergencia también habría servido a la zacatecana Rocío Nahle para validarse frente a los jarochos y hacer efectiva su frase “Por amor a Veracruz”.
Pero se le fue de las manos.
La señora minimizó la emergencia, se tardó en enviar ayuda y lo hizo a cuentagotas, ordenó bloquear el apoyo de terceros para que sólo Morena pudiera repartirlo y ni siquiera quiso ensuciarse los zapatos al visitar el lugar.
ES UNA ESCALERA
La Teoría del Caos le pegó de frente y para mal a la señora.
Ahora sus panegiristas en la prensa quieren culpar a MC y a Huerta -este último lo metieron de pilón, por mera malquerencia, pues su única omisión criticable es permanecer callado ante la negligencia oficial para atender la tragedia- para sacudirle el maremoto político que se le vino encima.
Por cierto, esa teoría ha inspirado novelas, películas y series televisivas.
¿Se acuerdan que Lord Baelish en “Juego de Tronos” dice: “el caos es una escalera”?
El británico Winston Churchill dijo: “el optimista ve una oportunidad en cada dificultad”
y el físico norteamericano John Wheeler estableció tres reglas en la ciencia, una de ellas señala que “en medio de la complicación se encuentra la pertinencia".
Pero ni siquiera ellos son los autores originales del teorema.
Tampoco Lorenz ni el militar chino Sun Tzu al que se lo han atribuido en su “Arte de la guerra”.
El primero en decirlo fue Darío I de Persia que hace 2 mil 500 años se jactaba:
“De Babel yo saco provecho y me impongo”.
No se refería a Babilonia sino a la Torre de Babel a cuyos constructores -según la Biblia- Dios castigó por su soberbia haciéndolos hablar idiomas distintos por lo que no se entendieron ni la siguieron edificando.
Babel es, pues, el caos que aprovechó el persa.
El caos lo ayudó a ganar 26 sublevaciones y a ejecutar ocho reyes que le disputaban el imperio.
Gracias al caos bien aprovechado gobernó 36 años y le llamaron Darío El Grande.
Envoyé depuis Paris, France.