
Por Andrés Timoteo
MALAMENTE
La predicción de la gitana lo advierte: “mejor no salir a verlas”.
“mejor no salir a verlas”.
La noche del martes en el congreso local aprobaron con urgencia las reformas legales para que la gobernante en turno le meta mano a la Fiscalía General y, según se anticipó, sustituya a la tuxtleca Verónica Hernández a la brevedad.
A ella la dejó, inexplicablemente, seguir haciendo de las suyas con la procuración de justicia y la defensa de los intereses del exgobernador Cuitláhuac García y, en especial, del exsecretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, quien fue el que la promovió y era el verdadero fiscal de facto.
Algunas voces mordaces hasta les atribuyen una relación sentimental.
Pero ya se va Hernández Giadáns, se dice en los mentideros políticos.
Cuentan que en los próximos días presentará su renuncia y se regresará a la notaría pública que regentea su familia en San Andrés Tuxtla.
No le darán cárcel, aunque se lo merezca, porque también inexplicablemente la zacatecana Rocío Nahle le proveerá impunidad a su retiro.
Es más, destinará casi medio millón de pesos al mes tan solo en su guardia personal.
Díez escoltas bien entregados y armados hasta los dientes con varios vehículos blindados le serán asignados a la señora.
Todo con cargo al erario, según los trascendidos.
La premura para sacar a Hernández de la Fiscalía no es por el afán de limpiar esa área y recomponer la procuración de justicia.
Para nada, es porque se viene su primer informe de gobierno y hay ansiedad para acumular “logros”, “resultados” y “acciones” que presumir ante una carencia total de los mismos.
Por eso todo va entrecomillado.
Vaya la remoción inminente de la tuxtleca es un rollo parecido a que se pagó la mitad de la deuda que se tenía con el SAT y el ISSSTE, son “logros” artificiales para tener algo que informar a los veracruzanos.
Por eso la gitana advierte: “mejor no salir a verlas”.
“mejor no salir a verlas”.
Hay quienes en el análisis mediático se centran en el contenido de la nueva legislación que le da más control a la gobernante sobre el futuro fiscal además de la potestad para nombrarlo o removerlo a voluntad.
Pero eso se ha hecho siempre a pesar de la ley.
El panista Miguel Ángel Yunes no sólo obligó al duartista Luis Ángel Bravo a renunciar sino además lo metió a la cárcel, pese a que fue nombrado para nueve años.
Y a la vuelta de la rueca, García Jiménez hizo lo mismo con yunista Jorge Winckler también nombrado para nueve años.
Y lo metió a prisión.
Entonces, lo de poner y remover fiscales a contentillo no es novedoso.
No, lo peligroso es el gatopardismo.
La prensa oficialista ya empuja el nombramiento de la expresidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Aurelia Jiménez, otra duartista y, según los bien enterados, también ‘bolaochista’ como Hernández Giadáns.
De concretarse la especie no habrá cambio sustancial en la FGE, saldrá una cuitlahuista y entrará otra.
Pero hay más y ahí entra el título del texto porque tanto la premura para reformar la ley como lo que vendrá después no son intenciones buenas y deben tomarse Malamente, así como dice la canción de la española Rosalía con la gitana que alerta de lo funesto.
VIOLADORA DE LA LEY
Jiménez Aguirre es una redomada violadora de la ley.
Ella y Hernández Giadáns hicieron dupla en el sexenio anterior para fabricar delitos y encerrar a inocentes.
También para mantener a una veintena de presos políticos, retrasar o pervertir procesos y sentencias, archivar casos, avalar violaciones a los derechos humanos y perseguir a críticos y opositores.
Tan con lo que hizo en el caso de la exjueza Angélica Sánchez es suficiente para rechazarla como prospecto para la Fiscalía.
Siendo presidenta del TSJ ordenó a la jueza incumplir con sentencias federales, procesar a detenidos sin tener soporte probatorio y cuando Sánchez no lo hizo la amenazó directamente y procedió en su contra con pruebas y delitos fabricados.
Flagrantemente y a vista de todos la señora Jiménez atropelló el estado de derecho -cuando está obligada a respetarlo y hacerlo cumplir- para satisfacer los deseos del exgobernante García.
A la jueza Sánchez la convirtió en una presa política, aunque la maniobra se le cayó en juzgados federales.
Y así una larga lista de casos oprobiosos.
¿Esa será la próxima fiscal de Veracruz?
Parece que sí según la intención y promoción del nahlismo.
Los propagandistas del régimen dicen que Nahle trae compromisos con Jiménez desde la campaña electoral.
¿Pues cuáles y de qué peso serán para poner las riendas de la procuración de justicia en manos de una delincuente?
Cierto, hay otros ‘candidatos’ mencionados para la FGJ pero no están arropados con la propaganda mediática del gobierno.
Además, algunos de ellos están peor que Jiménez como el alcalde de Coatzacoalcos Amado Cruz Malpica o “Lord Placas de Taxi”, Tomás Mundo, quien ni siquiera está en el círculo de la zacatecana.
En fin, si la predicción de Lela Jiménez se cumple pues los veracruzanos tendrán que entonar Malamente -también titulada Augurio- de Rosalía:
“Se ha puesto la noche rara,/ han salido luna y estrellas./ Me lo dijo una gitana:/ mejor no salir a verlas”.
“Se ha puesto la noche rara,/ han salido luna y estrellas./ Me lo dijo una gitana:/ mejor no salir a verlas”.
Y todo se va a romper o seguirá roto.
*Envoyé depuis Paris, France.