Por Andrés Timoteo
Avalada la elección de juzgadores -jueces, magistrados y ministros- pese a los acordeones morenistas y llegados los tiempos, hoy inicia la era evista para el Poder Judicial en México.
Sí, la época en que la justicia y la jurisprudencia se aplicará con sesgo partidista e ideológico como fue en Bolivia bajo la dictadura de Evo Morales.
En términos elegíacos se diría que a la Mujer Ciega -inspirada en las diosas egipcias y griegas Maat y Themis- le quitarán la venda para que vea al quien juzgue desapareciendo la imparcialidad.
Aun más, le pondrán una gafas con vidrio color guinda mientras que la balanza será arreglada con peso en contra de quienes no militen o simpaticen con la "cuarta transformación".
Así la Dama de la Justicia en México dará el sablazo sobre los que incomoden o contravengan al gobierno y funcionarios de la 4T.
La era de la Dama Guinda comienza hoy con la toma de posesión de los 881 nuevos integrantes del Poder Judicial de la Federación, incluyendo a los nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
En Veracruz rendirán protesta 98 juzgadores -77 jueces de distrito y 21 magistrados para el Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE)-.
Pareciera guasa pero bien podría cambiarse el nombre a los dos órganos jurisdiccionales, uno por la Suprema Corte de Justicia Morenista (SCJM) y el otro por el Tribunal Superior de Justicia Morenista.
Bolivia comenzó la práctica de elegir a los juzgadores por voto popular en el 2011 y los que se pusieron la toga fueron los afines al Movimiento al Socialismo (MAS), el partido político de Evo Morales.
El MAS, por cierto, ya fue echado del poder en las elecciones del pasado 17 de agosto.
El régimen evista metió manos y patas en las elecciones judiciales a fin de colocar a sus adeptos -igual que lo hizo Morena con sus acordeones en las elecciones de junio- y arrancó la peor y más devastadora era para la justicia boliviana.
Claro, eso también catapultó la militancia del MAS.
En las elecciones presidenciales del 2005, las primeras que ganó Morales, el partido no rebasaba los 200 mil miembros pero en el 2013, dos años después de elegir popularmente a los jueces, la membresía se disparó cinco veces rebasando el millón de afiliados.
¿Por qué?
Los bolivianos se dieron cuenta que haciéndose militantes de MAS podían alegar en los litigios que eran seguidores de Morales y su "gobierno plurinacional" y así obtenían sentencias favorables, rebajas de penas, liberaciones anticipadas y algunos ni siquiera pisaban la cárcel.
Eso es lo que le espera a México y Veracruz.
Nadie extrañe que la meta de 10 millones de militantes anunciada en Morena por Andy López Beltrán, secretario del partido e hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, se logre en breve y hasta se rebase.
Tal vez esa fue siempre la intención al copiar el modelo evista de justicia y así cumplir lo que pronosticó la senadora duranguense Margarita Valdez de que Morena se quedará mil años en palacio nacional. Ajá.
¿HUESITO CERTERO?
Hay quienes tienen esperanzas de que tanto en la SCJN como en el TSJE haya una poca de decencia por quienes los presidirán: el oaxaqueño Hugo Aguilar Ortiz quien se dice indígena y la chicontepecana Rosalba Hernández Hernández quien sí es indígena y al parecer proba.
Podría ser pero será casi imposible que ambos remen en contra de la justicia partidista.
Además dicen que están 'besados por el diablo'.
El primero, Aguilar, es apadrinado por el macuspano López Obrador que lo nombró coordinador general de Derechos Indígenas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
Desde ahí el funcionario maniobró y manipuló las consultas indígenas para avalar la construcción del Tren Maya aún con el ecocidio que provocaría.
En pocas palabras, fue operador marrullero del obradorismo.
Y ahora, incluso antes de rendir protesta como titular de la SCJN, ya está operando contra los movimientos populares.
Para empezar dicen que cooptó al abogado de los padres de los normalistas de Ayotzinapa, Vidulfo Rosales, para que renunciara a representarlos e incorporarlo a su equipo de trabajo con el objetivo de descabezar el movimiento y presionar a las víctimas para que dejen de pedir justicia.
En la entidad, la señora Hernández también tiene una mácula y un beso diabólico pues algunos la identifican con el senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara y hay quienes hasta se atreven a pronosticar que este controlará al Poder Judicial del estado en lugar de la zacatecana Rocío Nahle.
Claro, en medio de las especulaciones hay ganancia para la gente porque finalmente el cuitlahuismo dejará de manejar ese poder luego de la salida de Aurelia Jiménez, una nefasta burócrata judicial, impreparada y retorcida, pero no llegará una titular nahlista a relevarla sino una huertista.
En fin, los presagios son negativos para la futura impartición de justicia y pronto veremos en ambos casos -el de Aguilar y de Hernández- si es certero aquel refrán de que "si quieres conocer al indito dale un huesito".
Claro, se cita con todo el respeto a los hermanos indígenas que en su mayoría son buenas personas.
*Envoyé depuis Paris, France.
