
Por Andrés Timoteo
CAMPECHANIZADA
Igual que la campechana Layda Sansores ahora la zacatecana Rocío Nahle se soltó la cabellera y termina el 2025 develando su plan para silenciar a los periodistas le incomodan a su administración, a sus allegados y a ella personalmente.
En vísperas de Navidad ordenó la detención del reportero Rafael León Segovia en Coatzacoalcos quien es odiado por la camarilla de políticos y alcaldes de la zona que se dicen agraviados por la información que cubría y difundía.
Desde la instrumentalización de los procesos judiciales a cargo de la nueva fiscal, Aurelia Jiménez, el nahlismo acusa a León de terrorismo -claro, porque los aterroriza la libertad de prensa y van por criminalizarla- y por el delito de "atentados contra las instituciones de seguridad pública".
Vaya, sólo esta última acusación abre el cajón de las sospechas pues fue la muletilla durante el cuitlahuismo para encarcelar a mucha gente inocente.
Se convirtió en el ariete para justificar la persecución judicial luego de que fue derogada la otra muletilla de "ultrajes a la autoridad".
Nahle y Jiménez copian de su antecesores van con todo y contra todos los periodistas.
El 2026 será el año de su revancha y ser la vuelta de rueca para tratar de silenciar el periodismo incómodo.
La gobernante se está campechanizando, ya ven que Sansores, la gobernadora de Campeche, mantiene una serie de ataques, represión y persecución judicial sistemáticos contra la prensa crítica.
Ahora en Veracruz hay una zacatecana campechanizada y desenfrenada.
Nadie se extrañe que el próximo año desde el poder estatal se animen a ordenar la intervención judicial de periódicos o portales digitales, establezcan censores que revisen cada nota informativa o texto de opinión antes de ser publicados y prohíban aquellos que no le gusten.
Ni por que vengan más encarcelamientos de colegas por ejercer su oficio.
Lo del reportero León Segovia es apenas el aperitivo, aunque tampoco es el primer agravio pues ya existen dos antecedentes que revelan, aunque a nivel municipal, la maniobra para silenciar a la prensa.
En Pánuco, el alcalde morenista Oscar Guzmán aplicó su propio método con la desaparición forzada del periodista Miguel Ángel Anaya Castillo quien era crítico de su gestión.
Al reportero no lo localizan desde el 13 de marzo, hace ya nueve meses, cuando un grupo armado -se sospecha que eran policías municipales vestidos de civil- lo interceptó y se lo llevó.
Guzmán de Paz amenazó en varias ocasiones al compañero Anaya, le mandó testaferros para intimidarlo y es el principal sospechoso de la autoría intelectual de su desaparición, pero desde palacio de gobierno Nahle lo ha protegido.
Se habría ganado su simpatía por arremeter contra la prensa.
Dos meses antes, el periodista Josué Othoniel Alejandre Gaytán fue hallado sin vida en su domicilio de Isla y las autoridades se apresuraron a decretar su muerte como suicidio a pesar de que familiares y compañeros dieron testimonio de que no había indicios de depresión ni intenciones de atentar contra su vida.
Para no variar, Alejandre había sido amenazado previamente por el alcalde Gustavo Alfonso Torres, apodado en el mundillo delictivo como "Tavo Mazoco", y su esposa Yesenia Reyes Domínguez, conocida como "La Yeny" en ese mismo ambiente.
Ambos son morenistas y estaban enojados por el trabajo del reportero.
Esa pareja guinda ni siquiera fue citada a declarar.
"LE VOY HABLAR A MIKE..."
Dos casos no son casualidad sino un patrón de conducta y con el tercero ya se puede deducir que hay plan contra el periodismo en Veracruz.
Y es cierto lo que han citado otros colegas pues esto recuerda al infausto duartismo cuando se cazaban a los comunicadores a mansalva.
La diferencia es que en aquel sexenio el verdugo era el crimen organizado y ahora es el propio gobierno nahlista.
Es una peligrosa deriva autoritaria y represora de Nahle quien no quiso acusar de terrorismo al Grupo Sombra que quemó reos en el pena de Tuxpan, torturó y ejecutó a la maestra Irma Hernández en Álamo y arroja cuerpos despedazados en las carreteras del norte, pero sí lo hace con un periodista.
La zacatecana tiene prioridades en sus querencias y odios: a los criminales no los toca y a los reporteros les avienta la jauría con la fiscala Lela Jiménez y a los voceros del régimen incluidos.
Y dentro de la pila de versiones sobre lo que detonó la aprehensión de León Segovia se menciona a la amenaza de la abogada Leticia Zurita Dávila que se molestó por la transmisión en vivo del accidente automovilístico provocado por una de sus hijas.
"Le voy hablar a Mike, vas a ver el desmadre que te voy armar", le gritó.
Y horas después ya estaba lista la orden de captura.
Pero, ¿quién es el tal Mike?
Los sureños dicen que se trata de Pedro Miguel Rosaldo, próximo alcalde morenista de Coatzacoalcos, efímero secretario estatal de Finanzas y muy cercano a Nahle.
Ella y su camarilla están desatados.
Incluso antes de tomar posesión Mike Rosaldo ya exhibe su poder desbordado y le habría dado a la zacatecana el 'casus belli' o sea el motivo para desatar una guerra contra el gremio periodístico y escarmentarlo, ¿qué tal?
*Envoyé depuis Paris, France.