
Por Andrés Timoteo
HIDALGO EN CÓRDOBA
Acayotla es un poblado muy pequeño del municipio de Córdoba, allí habitan apenas 500 personas, pero tiene un problema muy grande que afecta a miles y que podría derivar en una tragedia.
Es el puente que atraviesa el Río Seco y comunica a decenas de congregaciones de la zona rural de Córdoba así como a los municipios de Tomatlán, Ixhuatlán del Café y Coscomatepec.
Su estructura presenta fracturas, baches en la carpeta y deterioro de sus barandales que literalmente son fierros oxidados y retorcidos.
No se sabe la antigüedad del puente pero su base rememora a los construidos durante la época colonial aunque algunos dicen que es más reciente.
El caso es que por ahí circulan vehículos particulares y de transporte público, algunos muy pesados como los autobuses de pasajeros o los camiones para trasladar productos agrícolas y de construcción.
No tarda en suscitarse un accidente sobre todo ahora en época lluviosa cuando el riachuelo aumenta su caudal.
No es muy alto, pero si un vehículo se precipita al barranco habría saldo mortal para los pasajeros. Y las autoridades no hacen nada.
Los pobladores de tres municipios -Córdoba, Tomatlán e Ixhuatlán del Café- se han cansado de alertar al gobierno cordobés, de pedirle que haga mantenimiento, que se pavimente la carretera que también está en condiciones desastrosas y coloque señales y acotamientos de emergencia.
Nada han hecho. Los últimos reclamos fueron expuestos la semana pasada cuando las lluvias deslavaron aún más el maltrecho encarpetado del puente y del camino respectivo.
La respuesta recibida del alcalde morenista de Córdoba, Juan Martínez, fue anunciar el cierre total de la circulación cada vez que llueva.
¡Esa es su solución! Nadie circulará por ahí cuando haya precipitaciones intensas.
¡Y en estos días llueve a diario! No habló de arreglar nada ni de invertir nada, sólo de suspender el tránsito vehicular algo que los usuarios tomaron como burla.
¿Y los estudiantes que viajan en autobús a sus escuelas?, ¿y los trabajadores y empleados que también usan el transporte público?, ¿y los agricultores y comerciantes que deben pasar por ese lugar?
Pues todos se quedarán varados si llueve por decisión del ayuntamiento.
La verdadera razón es que es el "Año de Hidalgo" y el morenista Martínez Flores ya no tiene dinero -ya se robó todo- para reparar el puente.
De hecho sí había un presupuesto desde el 2023 cuando el mismo ayuntamiento anunció su remodelación, la ampliación de la carretera y el dragado del río.
"Se construirá un muro de contención así como la excavación y dragado del río para una zapata armada con dos columnas, incluidas vigas de acero y un cabezal (para reforzarlo) donde posteriormente se colocará una losa sobre vigas de acero", anunció Adolfo García, supervisor de la obra municipal el 9 de noviembre de aquel año.
No se hizo nada, pero el proyecto con el respectivo presupuesto se incluyó en la cuenta pública municipal. Entonces, ¿dónde fue a parar el dinero -dicen que eran más de tres millones de pesos-?
Nadie se complique la vida adivinando, todos saben el destino que tuvieron esos fondos: se los robaron.
LOS "DIPU-PIOJOS"
Pero el asunto que parecería muy local y muy minúsculo comparado con otros problemas también es un escaparte para exhibir a otros politiquillos.
Para ser exactos, a los diputados por ese distrito tanto el federal, Zenyazen Escobar García, como el local, Juan Tres Zilli, a quienes han recurrido los lugareños y ni siquiera los han recibido.
El más descocado es Tress porque él mismo es un afectado por el mal estado del puente de Acayotla pues por ahí circula su línea "Autobuses Sabana Larga" y las unidades podrían caer al barranco y generar una tragedia.
Aún así, el legislador local se niega a atender a los pobladores y apoyarlos en su demanda hacia el ayuntamiento.
Lo mismo Escobar cuyos operadores se ríen de la gente que intenta contactarlo para pedirle su intervención. Nunca tiene tiempo y mucho menos interés.
Lo que colmó el mal humor de los lugareños es la noticia de la súper-fiesta del nieto del diputado realizada el sábado pasado en su rancho de la comunidad El Barreal.
Lo que se cuenta es que en esa pachanga Zenyazen Escobar se gastó más del monto del dinero proyectado para reparar el puente desde el 2023.
¿Más de tres millones de pesos costó el bautizo de "Guapito Rey" como le llama el acaudalado abuelo quien hace una década no tenía ni para salir el mes? Dicen que sí.
En las redes sociales esos ignorados desahogaron su enojo:
"El diputado Juan Tress y su gran amigo Zenyazen en vez de andar robando se pusieran a trabajar en gestionar esa obra del puente, también por ahí pasan los pasajes de dipupiojo", escribieron. "Ellos y el alcalde son una vil porquería", acotaron otros.
"¿Para qué sirve la mierda o cagada de diputados de morena?", también se preguntaron.
La conclusión que se lee en el ciberespacio es que los detestan y consideran como inútiles y ladrones -a los tres, el alcalde y los legisladores-. ¿Lo ven?
Un pequeño puente de un poblado pequeño saca a la luz enormes problemas, grandes sinvergüenzadas y un repudio creciente.
*Envoyé depuis Paris, France.