
Por Andrés Timoteo
FLOR DE PALESTINA
Hoy es la primer posada de la temporada.
Inician los nueve recorridos de casa en casa que recuerdan la peregrinación que hicieron el carpintero José con María y María de Nazareth hacia Belén donde nació Jesús, el Mesías prometido.
Aunque casi todos los mexicanos se saben y han entonado los cánticos de Las Posadas, tanto ellos como el relato bíblico son un mensaje muy fuerte y aleccionador para la humanidad, no sólo para los creyentes del cristianismo.
Cierto, lo que se encomia es que el Hijo de Dios encarnó en humano para salvar al mundo, pero hay que reparar en el contexto y los detalles que a la luz de la actualidad hacen saltar el orden geopolítico.
Para empezar, los integrantes de la llamada Sagrada Familia eran pobres.
José, un artesano que trabajaba la madera y María una adolescente en un pueblo minúsculo.
El primero era judío, descendiente directo de la tribu de Judá, la rama genealógica que remonta hasta los reyes David y Salomón, pero él era un modesto carpintero pese a su linaje.
María, cuyo nombre original en fue Maryam en arameo, lengua que hablaba -Miriam en hebreo-, era palestina.
Galilea, la provincia donde se ubica Nazareth, hace dos mil años pertenecía a Palestina, la tierra tan maltratada hoy por los israelíes.
En los villancicos mexicanos hay una estrofa muy bella cuando al final les abren la puerta a los Santos Peregrinos y reciben a esa adolescente embarazada.
"Que sea bienvenida,/ bienvenida sea,/ la hermosa María,/ Flor de Galilea".
¿O hay que llamarla Flor de Palestina?
Así, Jesús era tan palestino como judío.
Uy, para que se retuerzan de enojo los intolerantes y ortodoxos judíos que hoy están destruyendo a bombazos esa tierra en la que Jesús vivió casi toda su vida.
Ahora mismo Belén pertenece a Cisjordania, una región palestina invadida por Israel.
Cierto, los judío no reconocen a Jesús como el Hijo de Dios desde los fariseos del Sanedrín que lo crucificaron hasta los actuales.
Pero Jesús es un símbolo universal y fue, según la creencia, Dios encarnado en palestino y judío.
Y eso visto desde la geopolítica ahora es muy dilemático.
¿Los judíos están exterminando al pueblo palestino que también es el pueblo de Dios?
Exacto.
Por otro lado, los peregrinos María y José además fueron migrantes y 'sin hogar' – 'sans-abri', dirían los galos y 'homeless' los angloparlantes- porque llegaron a Belén si un lugar donde reposar y tuvieron que acomodarse en el establo de las bestias donde nació Jesús.
¿CELEBRARÁN LA NAVIDAD?
Si fueron casi parias pues habrá que pedir la opinión de los intolerantes de la colonia Zaragoza del puerto de Veracruz así como de la alcaldesa -que afortunadamente ya se va- Patricia Lobeira, que cerraron el comedor "San Vicente de Paul- Virgen María de Auxiliadora" manejado por la parroquia La Gran Madre de Dios y corrieron a los indigentes y necesitados que allí recibían alimento.
¿Los mezquinos de la Zaragoza y la edil panista irán a misa el 24 de diciembre para honrar a los sin hogar de hace dos milenios y darse golpes de pecho por las penurias que pasaron?, ¿celebrarán la Navidad este 2025?
Sí lo hacen incurrirán en el pecado de blasfemia porque ofendieron a Dios encarnado en aquellos necesitados a los que difamaron acusándolos de peligrosos, delincuentes y que afeaban sus calles.
Hace ya cuatro meses que esos abusivos clausuraron el comedor comunitario y este ejemplo local demuestra lo dilemático del asunto.
Sus ruindades ponen en conflicto a esos colonos y a la alcaldesa con la fe -bueno, si es que la tienen-.
Pero regresando al relato bíblico, después Jesús y sus padres fueron migrantes exiliados y perseguidos políticos cuando huyeron a Egipto porque Herodes "El Grande" ordenó matar al niño.
Vaya mensaje que estalla en la cara a todos.
Los de la Divina Familia eran miserables sin hogar, migrantes, despreciados, exiliados, expatriados y perseguidos políticos.
Necesitados entre los necesitados, pues.
Entonces, el pasear -cargar, reza el dicho popular- a Los Peregrinos no solo es un acto de fe sino todo un mensaje político-social.
Y debería ser un compromiso con los desposeídos, aunque muchos opten solo por tronar cohetes, cantar letanías, romper piñatas y hacer ágapes para cubrir su evasión.
MÁXIMA ALERTA
En Europa hay máxima alerta en esta temporada navideña.
Los servicios de inteligencia anticipan posibles atentados terroristas en los lugares de concurrencia masiva.
En Francia y Alemania se implementa vigilancia extrema en los mercadillos navideños con policías y militares que revisan todo y a todos.
Y en París fue suspendido el concierto de Fin de Año que se realiza en los Campos Elíseos donde un millón de personas recorren la mítica avenida en estos días de fiesta.
Este nivel de pánico por ataques terroristas no se veía desde el 2015 y precisamente por cumplirse diez años de aquellos atentados en la Ciudad Luz se teme que los yihadistas comentan otros para conmemorarlos.
El pánico se elevó más tras el ataque a balazos registrado el domingo en Sydney, Australia, que dejó 16 muertos durante la fiesta judía del Hanukkah.
Así, Europa pasará las Navidades bajo miedo y frio.
*Envoyé depuis Paris, France.