
Por Andrés Timoteo
FILOSOFÍA ARMANI
Pareciera un tema frívolo pero es parte de la historia del poder y al poder hay que reportearlo. Este es un poder que viste elegante y caro. El miércoles murió el diseñador italiano Giorgio Armani. Tenía 91 años. Dato curioso, casi todos los diseñadores consagrados mueren longevos a excepción de Gianni Versace que pereció a los 51 años tras ser baleado en 1997.
La marca Armani la conocen todos, aunque no todos la pueden pagar.
Sin embargo, como me decía -disculpa por la primera persona- una profesora lituana radicada en Marsella: "es imposible escaparse de Armani si vives en Europa, sobre todo en Italia o Francia".
Y agregaba "al menos un perfume debes experimentar o, más bien, disfrutar".
Cierto, las lociones son los productos mas "baratos" - así entrecomillas- de Armani. 'Eau de nuit' el mejor a mi parecer -otra disculpa por la primera persona-.
Y como ahora es una firma global pues la loción está al alcance todo el que la pueda, la quiera o ahorre bien para pagarla. Vale la pena.
Armani no sólo es una de las firmas de lujo más caras en el mundo sino sus creaciones son una filosofía de vida.
Claro, una vida cara aún si se considera que la moda 'prêt-à-porter' -'lista para llevar'- con el estilo contemporáneo de esa casa es costosa para la mayoría.
El diseñador milanés decía dos cosas: una, que la moda debe hacer feliz a la gente facilitándole la vida y reforzando su autoestima.
O sea, ella es la que debe estar al servicio de las personas y no al revés.
La segunda es que la elegancia no es para llamar la atención sino para ser recordado.
Era un acérrimo enemigo de lo vulgar y estrafalario. Detestaba los enormes nombres o logotipos en sus diseños y se mofaba de los que alardean llevar una prenda exhibiendo quien la diseñó a fin de que todos lo vean.
Mirarlos en las calles, eventos o muros de la web posando así es como "ver el desfile de la vulgaridad", acusaba.
Caray, he ahí un recado directo para los nuevos ricos de Morena, especialmente los de Veracruz con sus hebillas de Gucci. Risas.
La elegancia y el lujo deben ser placeres discretos.
No se pueden gritar ni pavonear porque el secreto consiste en que los demás lo noten y reconozcan sin estridencia azuzada.
Es el arte de saber vestir, oler, calzar y vivir con elegancia y simplicidad, resumía.
La Maison Armani no solo diseña ropa, calzado y perfumes sino de todo, desde muebles y artículos deportivos hasta caramelos, además tiene hoteles y restaurantes.
La marca está dividida en dos grandes líneas, Giorgio Armani y Emporio Armani, está última enfocada a la clientela más juvenil.
UN PECADO VENIAL
Está dentro de las diez marcas de lujo más valiosas del orbe con activos cotizados en 7 mil millones de euros, unos 150 mil millones de pesos y cada año factura más de 2 mil 300 millones de euros -52 mil millones de pesos-.
Y aquí va una pequeña vivencia en Armani. Sobre el bulevar parisino de Saint-Germain hay un Emporio Armani Ristorante & Caffè, a unas cuadras de la universidad de este redactor, y era un deber tener la experiencia de acudir.
Claro, ir por lo más asequible.
Allí un café expreso cuesta 5 euros, unos 110 pesos.
Un capuchino 150 pesos y un chocolate a la italiana con una galleta de la 'nonna' -la abuela- 260 peros o 12 euros.
Ya si vas por un platillo solo como un espagueti o unas berenjenas gratinadas no baja de 500 o 600 pesos -unos 30 euros- y una comida o cena completa de tres tiempos en 160 euros o 3 mil 500 pesos.
Quien lo pueda, que lo pague si es con su dinero bien habido.
¿La elección en nuestro caso? ¡Nos quedamos con el capuchino!
Un pequeño lujo a disfrutar y como diría aquella profesora lituana "para que recuerdes y te digas a ti mismo: yo estuve sentado ahí cafeteando". Más risas.
Saber sobre Giorgio Armani es abordar la historia del lujo contemporáneo y conocer cómo construyó un imperio a base de esfuerzo personal.
Él no nació rico, venía de una familia de clase media y su infancia y juventud estuvieron marcadas por el fascismo de Benito Mussolini y la Segunda Guerra Mundial con la posterior pobreza que generó en la península itálica.
Por eso su filosofía en el diseño también era la libertad.
Su moda fue un acto de liberación para hombres y mujeres.
Vaya, cualquiera podría decir que la libertad armaniana sale muy cara.
Cierto, pero hay pedacitos de ese lujo -un perfume o un café- que se pueden disfrutar al menos una vez en la vida. Un pecado venial, pues.
MADE IN ITALY
Armani también fue de los impulsores del sello "Made in Italy" que igualmente prestigiaron otros diseñadores como Versace, Valentino, Gucci, Prada, Moschino, Dolce&Gabbana y Cavalli para dar la noción de alta calidad.
Para posicionarlo en el imaginario mundial, en los años ochenta se lanzó una exitosa canción con ese mismo nombre, interpretada por el grupo genovés Ricchi e Poveri en la que se equipara al amor con las creaciones/productos italianos.
"Questo souvenir d'Italie,/ oh cherie, cherie./ e un amore cosi,/ amore si made in Italy". ("Este recuerdo de Italia, /oh querida, querida/ y un amor así,/ es el amor que se hace en Italia"). ¡Quién no la recuerda!
*Envoyé depuis Paris, France.