
Por Andrés Timoteo
EL GATOPARDO
Robó mucho y no le van a hacer nada.
Su última cuenta pública, la del año pasado, salió con daño patrimonial cuyas cifras varían según las auditorias federales o estatales.
Unas dicen que fue por mil millones de pesos, otras por cerca de 2 mil y el acumulado del sexenio llegaría hasta los 5 mil millones de pesos.
Un botín digno de los ladrones más descarados.
Hay quienes sostienen que el morenista Cuitláhuac García fue el mandatario más ratero que tuvo Veracruz, algo que no es cierto a pesar de que el tipo es un bandido.
Lo siguen superando el innombrable y Javier Duarte, aunque por lo reciente de su sexenio ahora acapara los señalamientos.
Pero lo que debe indignar más es la impunidad que le prodigan.
La semana pasada, el congreso local aprobó esa cuenta pública.
¡La aprobaron, la validaron!
Semánticamente, aprobar es equiparable a validar, estar de acuerdo.
Entonces, tanto el coordinador parlamentario Esteban Bautista como los demás diputados que avalaron las cuentas de García Jiménez estuvieron de acuerdo con lo que se robó.
Son cómplices, se entiende.
Bautista trató de salir del entuerto de complicidad alegando que sí avalaron esa cuenta pero "bajo reserva" -risas- un término que no existe en la legislación parlamentaria y por tanto jurídica y jurisdiccionalmente no tiene validez.
Se lo "sacó de la manga" -como dicen popularmente- para justificar su dictamen de impunidad para con el exgobernante ladrón.
Hablando en términos cristianos, el "tatahuico" Bautista es farisaico porque...
"cuela el mosquito y se traga el elefante".
Un "sepulcro blanqueado".
En términos islámicos, es un "hipócrita artero" porque según la sunnah de Mahoma encaja en esas personas que
"cuando hablan, mienten; cuando prometen, incumplen; y cuando se les confía algo, traicionan".
Y Bautista prometió combatir la corrupción y acabar con la complicidad del Legislativo en el hurto patrimonial cometido por servidores públicos, ¿lo recuerdan?
No entrará al Paraíso ni por la puerta cristiana ni por la musulmana.
Más risas.
Claro, eso -la deontología: ética y moral- no le importa a este señor.
Pero política e ideológicamente también está acabado porque en el afán de justificar y validar el latrocinio en el sexenio cuitlahuista, Bautista Hernández ha traicionado todos los postulados del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y de su Comandante Marcos, al que aseguró haber seguido las montañas chiapanecas hace más de tres décadas.
El legislador local es muy obvio haciendo todo lo que denunció su líder ideológico que hoy se hace llamar Subcomandante Insurgente Galeano sobre los políticos que dañan a México.
En el 2001, Marcos hizo una reflexión sobre la posición del zapatismo ante los políticos mentirosos y nefastos que hoy le debe de rebotar en la frente del diputado local.
"Estar en un puesto de elección popular es el suicidio político, la incongruencia, la inconsecuencia, y pérdida de toda legitimidad de un zapatista porque la congruencia, la consecuencia, la lógica y la legitimidad son la fuerza, si no la única, la principal que tienen los del EZLN".
Y abundó:
"se puede hablar y tratar con el poder pero no venderse, se puede plantear una demanda o una convicción pero no traicionarla, hay que sostenerlas hasta el final porque lo otro es cambiar algo para que no cambie nada".
Vaya el sedicente líder moral e ideológico de Bautista bien que alude al gatopardismo tan usado en la filosofía política.
Entonces, ateniendo a tal posicionamiento y a lo que ahora hizo el coordinador parlamentario al validar el atraco de Cuitláhuac García se deduce que a la vista del zapatismo y de la teoría política el señor es un gatopardo, un simulador y un traidor a la ideología que solía presumir.
DOS GOTAS DE AGUA
Vaya, hace lo mismo que durante seis años hizo su antecesor en el cargo legislativo, Juan Gómez, aunque a diferencia de él, el tuxtleco no prometió combatir la corrupción, vigilar los recursos de los veracruzanos ni denunciar las tropelías de los funcionarios.
Es más, Gómez puras penas podía leer y escribir, desconoce de filosofía política, postulados ideológicos, congruencia deontológica y todos esos menesteres que seguramente no sabe que existen.
Pero Bautista se dice profesor y se dice zapatista aún así acabó tan semejante como Gómez Cazarín.
Son dos gotas de agua, pues.
A propósito, ¿para cuándo el congreso local citará a los alcaldes de Poza Rica y Álamo, Fernando Remes y Lilia Arrieta, para que expliquen su desidia e irresponsabilidad ante el desastre en el norte?
Y, ¿para cuando llamará a la secretaria de Protección Civil, la tlaxcalteca Guadalupe Osorno para lo mismo?
La tarea de los diputados no es repartir despensas ni fotografiarse abrazando a los damnificados sino supervisar a los gobiernos estatal y municipales, auditarlos y pedirles explicaciones cuando cometen actos que van en contra del bienestar general y la vida misma de los veracruzanos.
Bautista y los suyos en la legislatura siguen sin hacer su trabajo.
Y en la oposición están peor pues ni siquiera han dicho algo sobre esos funcionarios negligentes.
Callan como momias, unos y otros.
*Envoyé depuis Paris, France.