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TEXTO IRREVERENTE | EL CORTINISTA - Imagínense cuando este señor le diga a su jefa: "todo quedó muy bien, no habrá filtración de agua y puede estar contenta con la obra". Pues que la gobernante Rocío Nahle se prepare con cubetas...

Imagínense cuando este señor le diga a su jefa: "todo quedó muy bien, no habrá filtración de agua y puede estar contenta con la obra". Pues que la gobernante Rocío Nahle se prepare con cubetas para las goteras porque las aseguraciones...

Por Andrés Timoteo

EL CORTINISTA

Imagínense cuando este señor le diga a su jefa: "todo quedó muy bien, no habrá filtración de agua y puede estar contenta con la obra".

Pues que la gobernante Rocío Nahle se prepare con cubetas para las goteras porque las aseguraciones del hidalguense Ricardo Ahued duran menos que la víspera.

Así le pasó con el asunto de las nuevas tarifas de los automóviles de alquiler de las que, dijo, habían complacido a todos.

"Hoy los taxistas están contentos y también la población", afirmó orondo el 22 de julio y una semana después tuvo que merendarse sus palabras.

No estuvieron conformes los ruleteros ni estaba feliz la gente.

Y no porque las tarifas fijadas no fueran bajas sino porque era evidente que todo se trataba de un truco para distraer la opinión pública de los problemas que atosigan al gobierno de la zacatecana Nahle.

Con tan solo medio día de protestas descafeinadas el 28 de julio -porque tampoco fueron serias, más bien parecía parte de la comparsa- los taxistas tumbaron el decretazo tarifario de Nahle y la narrativa triunfalista de Ahued.

Tanto para nada, aunque el asunto no es un fracaso para el gobierno estatal ni un triunfo para los concesionarios ya que nunca fue algo serio.

Era una humareda, una 'caja china' para distraer la atención pública de las pifias e incapacidades con los que no puede la administración nahlista, desde el cierre de la frontera con Estados Unidos a causa del brote del gusano barrenador en el hato estatal y el descubrimiento de la mini-refinería clandestina en Coatzacoalcos hasta la crisis por la violencia e inseguridad que sigue dejando un reguero de muertos por toda la entidad.

Con el tarifazo quisieron silenciar todo eso y no pudieron, más bien no les funcionó.

El dato que lo confirma es que el escándalo por el secuestro y muerte de la maestra Irma Hernández en Álamo y las declaraciones indolentes de Nahle sobre que la había matado una cardiopatía y no el crimen, le robaron toda la atención al caso de los taxistas.

La intentona, también fallida, de la zacatecana para exculpar a los delincuentes con eso del infarto a la profesora se comió mediáticamente el barullo que quisieron levantar con el sainete tarifario.

Y el que más salió perdiendo fue el hidalguense Ahued en términos de efectividad política y mediática.

Su sentencia de que el pueblo -y los taxistas- "está feliz, feliz, feliz" copiado al tabasqueño Andrés Manuel López Obrador solo le duró ocho días.

Más le vale a Nahle que no le crea cuando le entregue la obra de la remodelación de sus oficinas y le diga que todo está bien.

Si se confía, las goteras le caerán en la mollera.

Los bulos y 'cortinas de humo' son lo suyo, aunque hasta eso haga mal.

Ya se había dicho: este señor no saca un perro de una milpa y ahora se sabe que tampoco mete una tarifa a un taxi.

Risas.

NO HAY QUIEN
La fiscala cuitlahuista-nahlista Verónica Hernández acaba de rechazar otra recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) por violaciones que cometió con los cuerpos de las víctimas del atentado de la mafia en el bar "Caballo Blanco" de Coatzacoalcos en el 2019.

Fue la última que la tuxtleca se ha negado a aceptar y las cosas no están como para desperdiciar la ocasión pues la presidenta de la CEDH, Namiko Matzumoto, es más lenta que un quelonio para indagar las violaciones y emitir los respectivos apercibimientos.

Vaya, en este caso de la masacre en Coatzacoalcos se tardó seis años -¡seis años!- para confirmar que a los deudos de las víctimas les entregaron los cadáveres sucios, pudriéndose y en bolsas negras de basura, un trato inhumano e indigno que Matzumoto dilató durante 72 meses -¡todo un sexenio!- en investigar.

Es obvio que fue un plan con maña de Matzumoto para que el destinatario principal de la recomendación no fuera el exgobernador Cuitláhuac García, ya ven como es la señora de oficiosa y obsequiosa con el poderoso en turno.

Oportunidad perdida, entonces, porque otra recomendación de Matzumoto ya no la habrá.

Ella se va en enero del próximo año, solo le quedan seis meses y si no hizo su trabajo en seis años menos lo hará en un semestre.

¡Adiós Nicanor! No hay "terremoto" que dure cien años ni víctimas que la aguanten.

Bueno, el caso es que Hernández Giadáns lleva trece recomendaciones estatales y federales rechazadas, y en el congreso local guardan un silencio complaciente.

Nada le dicen a la tuxtleca ni mucho menos la piensan llamar a comparecer para que ofrezca una explicación.

Solo chequen quiénes presiden la Comisión de Justicia, Marcelo Ruiz del PVEM y Diego Castañeda de Morena que no atan ni desatan.

¿La titular de la mesa directiva, Carola Viveros? Esa menos la llamará a cuentas pues es parte de la banda cuitlahuista que la impuso y avaló hace seis años.

¿Y Esteban Bautista, sedicente zapatista y humanista? Anda ocupado -y preocupado- por la 'grilla' con la que lo quieren tumbar de la Junta de Coordinación Política que no va a perder su tiempo en unos cadáveres putrefactos entregados por la fiscala Hernández en bolsas de basura.

En resumen, no hay quien meta en orden a la tuxtleca que sigue haciendo de las suyas.

*Envoyé depuis Paris, France.