
Por Andrés Timoteo
DOBLE TRAGEDIA
Desde palacio de gobierno se desplegó una campaña contra estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV) para meterlos en el costal de los enemigos de la cuarta transformación".
Los propagandistas del nahlismo ahora los acusan de prestarse a inventar la cifra de 192 desaparecidos y que son parte del complot contra la gobernante en turno.
Los universitarios, dicen, son también "mercaderes del dolor" -una de las expresiones favoritas de los opinadores guindas- y que además aprovechan la tragedia para tratar de "tumbar" al espurio rector Martín Aguilar.
Cualquier cosa inventan con tal de disminuir el escándalo por lo sucedido tanto en el norte de Veracruz como en la casa de estudios.
Tal vez no murieron 192 estudiantes, pero los dos que perecieron son suficientes para indignar a todos.
¡Qué bueno que los alumnos se sienten dolidos y claman justicia por esos dos compañeros muertos a causa de la negligencia de las autoridades estatales y universitarias!
Hay que festejar que los jóvenes no se quedaron indiferentes, que estuvieron en primera línea reclamando la búsqueda de sus compañeros de los que no tenían noticia.
Uno de ellos fue el que le exigió a gritos a la presidenta Claudia Sheinbaum en Poza Rica eso mismo y a él fue al que Sheinbaum le manoteó con el gesto del dedo en la boca, una postal que ya marcó el sexenio claudista y el "segundo piso de la cuarta transformación".
¡Qué bueno que gritaron y marcharon!
El fin de semana en varias partes del estado, incluida Jalapa, la capital del estado, los universitarios salieron a las calles para repudiar la negligencia de la rectoría que usurpa el setentero ideológico Aguilar Sánchez por no alertar sobre el aluvión que venía, por no suspender clases y obligar a los estudiantes a permanecer donde el agua golpearía.
Y sí, "la indolencia también mata", como gritaron.
Tampoco son menores las historias que se cuentan y que deberían propiciar una investigación penal.
Una estudiante que no pudo salir de su pensión porque se quedó encerrada y se ahogó.
Otros que no se resguardaron de las barrancadas porque la universidad avisó después de la media noche y ya estaban durmiendo.
El silencio por varios días de Aguilar para aclarar la cifra de fallecidos y de los no localizados -eufemismo para disfrazar la palabra desaparecidos- y ahora la campaña para tratar de desprestigiar a los estudiantes acusándolos de complotistas, enemigos políticos y "lucradores de la tragedia".
Son tan sinvergüenzas.
Y claro que toda la desidia y las negligencia criminal se enmarca en el espuriato del minanteco Aguilar al frente de la rectoría.
Al tipo no le importa la comunidad estudiantil sino agarrarse con uñas y dientes del cargo usurpado.
Le vale sorbete uno, dos o 190 muertos, su concentración está en mantener el poder y conservar los negocios en la casa de estudios.
Ver a los jóvenes universitarios movilizándose en las calles para exigir justicia, una investigación y el deslinde de responsabilidades por lo que le pasó a sus compañeros de la zona norte restaura la esperanza en las nuevas generaciones.
Verlos también exponiendo la doble tragedia que los azota -los daños y pérdidas por el meteoro y la rectoría espuria de Aguilar- también alienta.
No cesen, no paren de exigir, no dejen de repudiar al usurpador, no se detengan hasta lograr que se explique por qué sus compañeros perecieron.
No defrauden a su espíritu contestatario, libertario y justiciero.
"EL PAPO" A LA PEPENA
Por cierto, en la movilización estudiantil del viernes se tuvo una estampa que hizo retroceder el tiempo hasta el 2013.
Fue cuando gritaron con especial fuerza frente a palacio de gobierno: "¡Fuera Nahle... fuera Nahle!"
Rememoró aquel año cuando miles de alumnos, sus predecesores, corearon enojados: "¡Duarte marica, atácanos ahorita..!"
Días antes, policías enviados por el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, habían irrumpido en una pensión estudiantil para golpear y torturar salvajemente a varios alumnos por organizar marchas contra el gobierno duartista.
("https://www.youtube.com/watch?v=iNuzbLeTHLI").
¡Esa es la magia estudiantil: hacer que el tiempo vuelva!
Ah y en medio del caos no faltan los verdaderos "mercaderes del dolor": Aguilar Sánchez y el rancio líder de la Fesapauv, Enrique Levet no desaprovechan la emergencia y idearon un plan para hacer negocio.
Va descontarle dinero en las quincena a los trabajadores para supuestamente para comprar víveres y enviarlos a la zona del desastre.
¿Alguien cree que el marrullero de Levet Gorozpe quiere apoyar a los damnificados si el tipo es famoso por jinetear y robarse las cuotas sindicales?
Ese dinero quitado a los empleados universitarios seguramente irá a parar a las cuentas bancarias de Levet y Aguilar que no dan 'paso sin huarache'.
Unos a la pena y otros a la pepena como el motejado "Papo".
No les faltan trucos para robar y no son los únicos, también a los trabajadores del gobierno estatal les están descontando a fuerza parte de sus salario con el pretexto de costear la ayuda humanitaria.
¿Pues no que Nahle presume tener todo el dinero del mundo para reconstruir lo dañado?
*Envoyé depuis Paris, France.