
Por Andrés Timoteo
¿ANDABA BIEN ‘CRICOSO’?
Los malquerientes del senador Manuel Huerta se regocijan por el supuesto resbalón jurídico que tuvo al presentar un artículo transitorio a la reforma de la Ley de Amparo para hacerla retroactiva.
Un gazapo que provocó el repudio de la misma presidenta Claudia Sheinbaum.
Vaya, sus enemigos en Veracruz ahora hasta le dan la razón al exgobernador Miguel Ángel Yunes alegando maliciosamente que "Lord Fentanilo" -como le apodó el expanista- metió en la agenda senatorial dicho artículo transitorio estando bien ‘crico’ -risas- pues en la misma Constitución del país se establece -en el artículo 14- de que ninguna ley será retroactiva.
Efectivamente así lo dicta, aunque también hay una disposición en leyes secundarias para que la retroactividad se permita en aquellos casos cuando los que están sujetos a un juicio de carácter penal puedan beneficiarse con los nuevos textos legales aprobados después de iniciados sus procesos.
En los artículos 56 del Código Penal Federal y 553 del Código Federal de Procedimientos Penales se contempla tal retroactividad positiva en el contexto que los juristas denominan "la ley más favorable" al procesado a la hora de aplicar justicia.
Tal vez esa era la tirada de Huerta y los otros morenistas que maniobraron tal propuesta pues el veracruzano únicamente fue el maniobrero, el que metió el artículo transitorio y no el artífice de la misma.
La versión es que detrás del entuerto está su desprestigiado coordinador parlamentario, Adán Augusto López y entonces cobra sentido la propuesta ya que los acuciosos teorizan que el transitorio para permitir la retroactividad en los beneficios de la nueva Ley de Amparo tiene como trasfondo proteger a los actuales políticos guindas -el propio López Hernández entre ellos- que enfrentan procesos judiciales por el 'huachicol fiscal' y nexos con el crimen organizado.
También ese transitorio de retroactividad lo usarían los morenistas para negociar impunidad y abultados ‘moches’ a empresarios deudores del fisco.
A cambio de pagar con rebajas el monto adeudado al Sistema de Administración Tributaria (SAT) les harían retroactivos los amparos.
Todo es creíble porque estos tipos no dan paso sin huarache y porque en las venideras elecciones del 2027 necesitan mucho dinero para la campaña.
Por lo pronto Huerta quedó exhibido como ignorante jurídico y malicioso legislando además de que andaba 'grifo' a la hora del resbalón retroactivo.
Los que le tienen ojeriza en la aldea serán muy tontos si no le sacan provecho a la pifia.
Hasta el momento no lo han hecho.
¿TEMOR O COMPROMISO?
El pasado fin de semana se cumplieron dos meses del sangriento y quemante motín en el reclusorio de Tuxpan donde perecieron diez internos y a pesar de que hay trece inculpados judicialmente -tres exfuncionarios penitenciarios y diez presos- el gobierno estatal todavía se rehúsa a señalar al grupo criminal que lo ordenó.
La Fiscalía a cargo de la tuxtleca Verónica Hernández alega que todavía continúan las pesquisas y se niega a señalar al Grupo Sombra, el cartel que también es responsable de la ola de violencia y sangre en el norte veracruzano.
¿Por qué no quieren proceder contra esa organización delictiva?
Que el lector saque sus conclusiones.
El hecho es que en el gobierno nahlista le apuesta a que la opinión pública olvide la masacre en penal tuxpeño.
Y no solo es allí sino en todos los Centros de Readaptación Social que siguen bajo control del hampa.
En días pasados, reclusos del penal de Poza Rica alertaron de un riesgo similar al de Tuxpan, pero en el gobierno hay temor para meterse con ese cartel.
Ni siquiera lo nombran.
Así quedó demostrado en la breve declaración que hace unos días hizo la gobernante Rocío Nahle cuando una reportera le preguntó:
"Están señalando 'cobro de piso' dentro de los penales, ¿qué está pasando?"
La respuesta de Nahle fue:
"No, no sé... no, no sé... no, no sé".
Lo dijo tres veces y cambió el tema.
¿Cómo es posible que la gobernadora no sepa lo que sucede en las cárceles estatales bajo su responsabilidad?, ¿No sabe o no le conviene saber?, ¿hay temor o compromiso para no poner orden en los penales?
Otra vez que el lector saque conclusiones.
MATERIAL DE NOVELA
Con el descubrimiento del panteón particular del cartel Grupo Sombra en Álamo donde sepultaban a mujeres que desaparecieron, ya son tres los lugares en Veracruz que dan para escribir una novela al estilo de "Yo, las Poquianchis: por Dios que así fue" (1980) de Lisa Robledo o "Las Muertas" (1977) de Jorge Ibargüengoitia.
Además de esas tumbas ilegales en Álamo, que seguramente arrojarán más cosas espantosas, está el Santuario de las Garzas en Jalapa donde desde hace años arrojan cadáveres de mujeres, en su mayoría jovencitas.
Es el tiradero de los feminicidas.
También la autopista Orizaba-Puebla, concretamente en el tramo Maltrata-Azumbilla convertido desde el año 2000 en un vertedero de cuerpos de mujeres secuestradas, torturadas, mutiladas y asesinadas.
Se insiste, ¿por qué los colegas jarochos se han tardado en escribir una novela negra si hay tanto material en estos tres sitios de horror feminicida?
*Envoyé depuis Paris, France.