Esta tarde, Sergio Rollón, novillero español, sufrió una cornada muy grave en la ingle que le rompió la vena y la arteria femorales en la plaza de Valdetorres de Jarama, cerca de la capital española en donde se disputaba la final del Circuito de Novilladas de la Comunidad de Madrid, que tuvo que ser suspendido tras la lidia del tercer novillo debido a la gravedad que en la enfermería de la plaza se le diagnosticó a Rollón, quien fue herido al entrar a matar al tercer novillo de la ganadería de Hermanos González.
El doctor Juan Antonio Asanza lo atendió en la enfermería; lo estabilizó e informó lo siguiente:
“(Herida) en el triángulo de Scarpa, con hemorragia severa, de dos trayectorias: una lateral y otra inferior que afecta tanto a la arteria como a la vena femoral”.
Había perdido mucha sangre y decidieron que su traslado al hospital fuera en helicóptero para perder el menos tiempo posible.
Ya ha sido operado en el hospital donde reportan al novillero español en estado “muy grave”.
EN PAMPLONA, DOS OREJAS
Paralelamente se celebró en Pamplona la sexta corrida de San Fermín, en donde Rafael Rubio “Rafaelillo” cortó una oreja tras una actuación dramática pues su segundo astado, de la ganadería de José Escolar, lo prendió de fea manera y lo embistió con saña y dramatismo hasta en cinco ocasiones, tres de ellas pudieron ser de cornadas graves, pues el pitón topó con la pierna, en el abdomen y en la espalda.
Al final tras cortar el apéndice fue trasladado a un hospital donde reportaron un “fuerte traumatismo torácico con afectación de varias costillas y neumotórax” y su ingreso a cuidados intensivos.
El otro triunfo corrió a cargo del colombiano Juan de Castilla quien mostró un valor y actitud a prueba de fuego en sus dos toros.
Su primero de José Escolar que fue muy bravo, emotivo y bueno, le permito a Castilla el triunfo, tras un fuerte golpe con el cuerno derecho que fue directo al pecho, al entrar a matar.
La oreja no pudo refrendarla en el sexto, que se comportó como un manso de solemnidad.
Curiosamente el que no pudo cortar dos orejas que había ganado con el par de faenas de más técnica, inteligencia y detalles artísticos de la tarde fue el madrileño Fernando Robleño en quien se centraba el interés del cartel pues era su despedida de esta plaza donde actuó nueve tardes desde su debut en 2003 en la famosa feria mundial de San Fermín.
“Los toros fueron exigentes y creo que mostré condiciones óptimas que requirieron cada uno.
Y como hoy ha sido la vez 37 que me pongo delante de toros de Escolar ya los conozco y eso ayudó mucho.
Una pena la espada que me privó del triunfo que esperaba hoy.
Agradezco a Dios mi actuación y que mis dos compañeros estén, dentro de todo bien después de los durísimos percances que sufrieron”, contó, vía telefónica Robleño desde Pamplona.