¿CAMBIO O TRANSFORMACIÓN?
“LLAVES VIEJAS NO ABREN PUERTAS NUEVAS”
Estamos en tiempos en que vemos recurrentemente cambios en todos los niveles ya sean de gobierno, instituciones, empresas o en nuestra vida personal.
Nos enteramos frecuentemente que se producen cambios en autoridades, dirigentes, equipos o personal de trabajo.
Muchos de esos cambios son necesarios ya que seguir en la misma línea es seguir rumbo a la ineficiencia o más aún, al fracaso.
El cambio generalmente se refiere a una modificación o alteración en algo, suele ser de manera superficial, reversible, impuesto o voluntario, cambiar es ser diferente.
Pero en la mayoría de los casos vemos que los cambios no resuelven el problema de fondo.
Se hace como si se cambiara un mueble de lugar, un proyecto por otro, una imagen de presentación por otra diferente, un dirigente por otro.
En los cambios de dirigentes o líderes solo se sustituye a una persona por otra, pero el sistema de trabajo sigue siendo el mismo, por lo tanto, los resultados serán los mismos.
Es por eso que en la Administración efectiva se enfatiza en realizar más que un cambio una transformación.
Cambiar es necesario, pero tener o hacer una transformación es más importante.
La transformación es más profunda, no es superficial, es radical, va a la esencia o estructura fundamental de la empresa, institución, organización o de la persona.
Cuando se produce una transformación es difícil de revertir, no es fácil volver atrás porque llega a la raíz del problema, tiende a romper paradigmas.
Generalmente la transformación tiene un propósito bien definido, no va cambiando de acuerdo a las circunstancias, momentos o situaciones.
La transformación es un proceso continuo que establece bases firmes, trabaja en tener resultados diferentes.
Se le atribuye a Albert Einstein la frase: “LOCURA ES BUSCAR RESULTADOS DIFERENTES HACIENDO SIEMPRE LO MISMO”
La transformación es más que un cambio de personas, de equipos o apariencia es como decían los políticos de antaño: “LA FORMA ES EL FONDO”
Cierto, muchas veces las transformaciones son un proceso difícil, doloroso, pero al final vemos que es necesario.
Es por eso que cuando llegue el momento de decisión tenemos que analizar que es lo que queremos: ¿un cambio o una transformación?
En estos momentos de gran incertidumbre en el deporte nacional los involucrados tiene que tomar decisiones, no olvidando que toda decisión trae consigo consecuencias, la 3ª, Ley de Newton.
¿Usted qué opina? en su entorno laboral, deportivo, personal, institucional ¿necesitamos un cambio o una transformación?
La decisión es nuestra, está en nuestras manos.
Por eso tenemos que estar ¡En sus marcas!
